Nuestra historia

Almazara Candela

La Almazara Candela comienza su andadura en su ubicación actual en 1925, siendo su propietario Agustín Candela Durá. En esos primeros años, la Almazara trabajaba con un molino de piedra tirado por mulas y dos prensas de mano. El aceite que se obtenía se almacenaba en diversos aljibes, de donde se servía directamente a los clientes. De hecho, estos depósitos subterráneos todavía se conservan y se utilizan. En 1932 se instaló la primera prensa hidráulica de fabricación alcoyana, que era movida por un motor autógeno de gasolina.

En 1944 toma el relevo Vicente Candela Martínez. Con él la almazara se moderniza, incorporando una nueva prensa hidráulica (1948) que sustituye a las pequeñas prensas manuales, y a partir de 1956 un nuevo motor eléctrico más potente sustituye al viejo motor de gasolina. En los años setenta se produce una gran reconversión en el campo, y las más de 25 almazaras que existían en Elche a mediados de los cincuenta fueron cerrando casi todas, siendo la Almazara Candela la única que logró salir adelante manteniendo el sistema tradicional de prensas de capachos.

En 1980 Agustín Candela Valero asumió el destino de la empresa. Se amplió la capacidad de trabajo, primero con tres y luego con cuatro prensas hidráulicas. El viejo molino de rulos de piedra fue sustituido por uno moderno de martillos. Se comenzó a envasar como marca propia, se tramitó el número de registro sanitario y se amplió la capacidad de almacenaje con nuevos y limpios depósitos de acero inoxidable.

Desde noviembre de 2008, Manuel Candela Navarro representa la cuarta generación de almazareros que elaboran el aceite tradicional del campo de Elche y alrededores. Uno de los objetivos principales de Almazara Candela en esta etapa ha sido y es el de fusionar tradición y modernidad en la medida justa. De esta forma, mientras por un lado nos esforzamos en mantener el método de elaboración tradicional para conservar nuestro sabor ‘de toda la vida’, por otro tratamos de incorporar la tecnología necesaria para brindar siempre el mejor servicio. Así, en esta etapa se ha incorporado una analizadora de rendimientos de última generación, con la que se consigue conocer el rendimiento graso de cualquier muestra en escasos 20 segundos, reduciendo considerablemente el tiempo de espera de nuestros clientes.

Asimismo, estamos trabajando para tener una presencia activa en las redes sociales con la intención de acercarnos a las nuevas generaciones de clientes, y que éstos puedan acompañar el día a día de un proceso ancestral y único en la zona.
Por otra parte, poco a poco se han llevado a cabo modificaciones en la imagen corporativa de la empresa, como por ejemplo: la creación de un nuevo logo que represente fielmente nuestra esencia y la utilización del mismo en nuestros productos; la elaboración de etiquetado específico para identificar nuestro ‘aceite en rama’ o la venta de nuevos formatos como nuestras botellas de 500ml, entre otros.