Nuestro aceite

La obtención del aceite de oliva resulta de un proceso laborioso que comienza con la recolección del fruto en su punto exacto de maduración, para ofrecer la mejor calidad y ese sabor inconfundible del Aceite de Oliva Virgen.
El proceso en nuestra almazara comienza con el pesaje de la oliva, recibiéndose sólo aquella que cumpla con las mejores condiciones para que el resultado final sea un aceite de calidad.
Una vez descargadas las olivas en el silo de recepción a través de su rejilla, una primera cinta transportadora las traslada camino de la báscula.
La cinta transportadora volcará su contenido en una segunda cinta, pasando previamente por una máquina encargada de separar de la oliva las hojas que la acompañan. 
Una vez separada la oliva de la hoja, ésta es transportada por la segunda cinta a la báscula electrónica continua, para determinar el total de kg de oliva aportados por el cliente. Posteriormente la oliva será volcada en una tercera y última cinta que la llevará a la siguiente fase del proceso: el almacenado en los depósitos o tolvas.


Poco a poco las olivas se van extrayendo para su inmediata trituración, y una vez obtenida la masa se coloca en una vagoneta en la que se disponen sucesivas capas de masa y capachos (emparejar).
Una vez formada una torre de unos 80 capachos (pie), la vagoneta pasa a la prensa, donde permanece unas 2 horas aproximadamente dejando que exude todo su jugo.
El zumo obtenido se deja reposar en balsas de decantación en las que se separa el aceite del alpechín. Es aquí donde está la clave para obtener el sabor tradicional, ya que el aceite se limpia por decantación y NUNCA por centrifugación (mucho más rápido pero que emulsiona el aceite). Este método se denomina "primera presión en frío", proceso mediante el cual el aceite mantiene intactas todas sus propiedades: nutritivas, antioxidantes, ayuda a regular el colesterol y la hipertensión, frente a los aceites refinados.

Una vez extraído el aceite de la oliva, se almacena en unos bidones de acero inoxidable en el que permanecerá en reposo hasta el momento de su filtrado.
Posteriormente se procederá al proceso de filtrado, NO REFINADO, que consiste en la eliminación de las posibles partículas sólidas que hayan podido quedar en suspensión manteniendo intactas todas sus peculiaridades.
El último paso sería el envasado y etiquetado también realizado en nuestras instalaciones.
Por otra parte, nuestra empresa posee un laboratorio propio con la tecnología más avanzada donde se analiza el rendimiento graso de cada una de las partidas de olivas que se reciben a diario, con el fin de saber con exactitud el aceite que corresponde a cada cliente. Asimismo, el analizador permite conocer el porcentaje de humedad de la muestra, lo que hace posible orientar al cliente con respecto al riego de su plantación.